Una boda es especial, esta no podía ser menos, y con un añadido especial, dos pitufos que acompañaron a los novios. Sus hijos.
Fue muy especial ver la cara de alegría de unos hijos a ver que sus padres se prometen amor delante de ellos.
Un paraje singular la finca el caserío en Alquería de Aznar, Alicante. junto a amigos y familiares, oficiada por la hermana de la novia en una ceremonia emotiva.
Pasamos de la emoción a la alegría que nos transmitió el novio durante todo el día transmitiendo esa alegría a todos los asistentes.